No llores si me amabas, Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo.
Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos.
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos, los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso.
Si por un instante pudieras contemplar como yo, la belleza ante la cual las bellezas palidecen.
Tu me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme.
Cuando la muerte venga a romper las ligaduras como ha roto las que a mi me encadenaban, cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce, y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a verme, sentirás que te sigo amando, que te ame, y encontraras mi corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz ya no esperando la muerte, sino avanzando conmigo, te llevare de la mano por senderos nuevos de luz y de Vida.
Enjuga tu llanto y no llores si me amabas.